"Los cuentos infantiles tienen un poder educativo inimaginable"
Queríamos saber qué relación mantienen los cuentos infantiles con la Educación. Así que la pasada semana estuvimos en Fisioespecialistas con Amalia Sacristán, maestra y experta en educación emocional.
En esta entrevista nos abre su corazón para contarnos cómo los cuentos se han convertido en herramientas fundamentales de aprendizaje, tanto en casa como en el aula.
AMALIA SACRISTÁN
- ¿Qué libro te transporta a tu infancia? Recuerdo la biblioteca de mi colegio de Infantil con un montón de cuentos de TEO y del barco de vapor.
- ¿Qué historia te gustaría protagonizar? Harry Potter, quiero un colegio como Hogwarts.
-
¿Y qué sueño te queda por cumplir? ¿Solo puedo decir uno? Imposible
soy muy soñadora.
- ¿Qué tres palabras te definen mejor? Pues soñadora, inquieta y con gran capacidad de esfuerzo.
- ¿Y si tuvieras que ponerte un #hashtag? #frikiporlaeducacion
Padres e hijos, hijos y padres. ¿Cómo se crea este vínculo?
Con amor, con respeto mutuo y con comunicación.
¿Qué papel juegan los cuentos infantiles en el forjado de esa relación tan especial?
Los cuentos nos ayudan a crecer, tienen un gran valor educativo y de transmisión de valores. Pero sobre todo hace que padres e hijos, o incluso maestras y alumnos, vivan ese clima mágico que se crea alrededor de una lectura pudiendo fortalecer el vínculo afectivo.
Yo oí una vez que leer un cuento siempre es un acto de amor porque significa dedicar tiempo a tus hijos o a tus alumnos. ¿Nos tenemos que fijar entonces en algo antes de elegir un cuento o vale cualquiera?
No, no todo vale. Por desgracia aun hay en el mercado literatura infantil muy poco cuidada con mensajes erróneos para nuestros hijos.
Por suerte, también en la actualidad hay editoriales como Flamboyant, Astronave, Cubilete, Kalandraka, Siete Leguas que sacan al mercado libros que como adultos guardamos como un tesoro, no solo por su estética y cuidado en las ilustraciones sino por el gran mensaje que traslada.
El niño puede ver en los personajes vivencias que le ocurren en él, pudiendo de esa manera enfrentarse a ellas desde la imaginación.
Además de compartir tiempo en familia y aprender juntos cada día, ¿los cuentos infantiles pueden ser útiles para afrontar problemas o desatascar bloqueos emocionales?
Exacto, los cuentos infantiles tienen un poder educativo inimaginable. El niño puede ver en los personajes vivencias que le ocurren en él, pudiendo de esa manera enfrentarse a ellas desde la imaginación.
¿Has recurrido a ellos con tus hijos? ¿En qué momentos?
Muchas veces, hace un par de días Alicia mintió y acuso al hermano de haber roto un juguete de casa. Sabía que había sido ella, pero tenía que utilizar la escucha activa y la respuesta empática para llegar a ella pues con la amenaza no se consiguen aprendizajes reales.
Por la noche, con el juego Totems, vimos el valor de ser integro y honesto y con el cuento El Emocionario tratamos el arrepentimiento y la culpa, pusimos algunos ejemplos y antes de irse a dormir me dijo que tenía que contarme una verdad.
En otra ocasión trabajamos la vergüenza a través “Yo voy conmigo”, pues con algunos brotes fuertes de dermatitis lo ha pasado un poco mal por lo que le decía algunas niñas.
Una de las emociones más complicadas de identificar y gestionar por parte de los niños es la rabia. ¿Qué podemos hacer los padres para empatizar con nuestros pequeños y no perder los papeles?
Primero debemos entender ¿Por qué sienten tanta rabia los niños? Su corteza prefrontal no está del todo desarrollada y por tanto su control emocional esta en formación.
Por otro lado están aún desarrollando su vocabulario y por supuesto su educación emocional, así que en esos momentos es como si el cerebro fuera un tarro con agua y brillantina, el remolino de la furia arrastraría sin control la brillantina, produciendo destellos incontrolados.
No queda espacio ni tiempo para pensar. Sólo sienten. Nada más.
¿Y qué podemos hacer para ayudar a los niños a gestionar sus emociones?
Bueno antes de cómo ayudarles, debemos hacer una reflexión previa interna como padres. Y es que el enfado, la rabia es una emoción más, totalmente respetable. Como padres lo que debemos hacer es acompañarlos en esa emoción para que aprendan a controlarla.
La rabia es una emoción más, totalmente respetable
Pero, ¿cómo?
No debemos subestimar sus motivos y decirles frases como: “no pasa nada” “no es para tanto”, pero tampoco ser permisivos y darles todo para que se calmen rápidamente. La medida esta en la amabilidad y firmeza, en acompañar.
Cuando un niño está en pleno momento de rabia la solución esta en… aprender a RESPIRAR. Tan sencillo y complicado al mismo tiempo. Esa puede ser la clave para manejar el sentimiento incontrolado de la rabia: respirar, profundamente. Gracias al oxigeno el corazón se tranquiliza, el cerebro deja de latir con tanta fuerza. Entonces es el momento de hablar.
Como final creo que es esencial dar cabida a esa emoción dentro de la educación emocional que hagamos con nuestros hijos, tratarla, hablarla, verla con cuentos infantiles, crear dibujos y ver más técnicas de relajación.
¿Y qué pasa cuando somos nosotros los que no sabemos ni identificar ni gestionar nuestras emociones? ¿Qué podemos hacer?
Practicar. En nuestra sociedad tenemos una gran tara en todo lo que tiene que ser con ser emocionalmente inteligentes. Desde hace mucho tiempo las emociones menos placenteras (tristeza, enfado, …) se han intentado inhibir y mantener ocultas. Lo normal es estar siempre feliz, alegre, contento. Eso es lo que tienes que mostrar a los demás.
Cuántas veces nos preguntan ¿Qué tal estas? Y aun que estemos de bajón o nos preocupe algo decimos “biiien.”
Es importante que cómo personas también nos eduquemos emocionalmente.
En la web hay varios libros reseñados sobre rabietas, resolución de conflictos… ¿cuáles crees tú que funcionan mejor y por qué?
He visto el de “Vaya rabieta” y “Un poco de mal humor”, los dos son opciones excelentes para tratarlo. De hecho es recomendable tener más de uno para así el niño pueda ponerse en distintas situaciones.
Una vez que les hemos leído el cuento, ¿qué hacemos: profundizamos, hablamos o dejamos reposar para ver más tarde si el mensaje ha calado?
Lo que debemos hacer si queremos ayudar a nuestros hijos es ESCUCHAR, los padres hablamos más de lo que debemos, no dejamos que las cosas fluyan. Esperar y ver que necesita cada niño: habrá alguno que se enfade y no le guste el tema pues se ha visto reflejado y reconocer que hace algo que no está bien es de muy valiente y a veces resulta difícil.
Otros estarán deseando hablarlo y ver cómo puede hacer para controlarlo. Cada niño es un mundo y como padres debemos conocer que es lo que le va bien a mi hijo.
Por ejemplo, es importante conocer sus inteligencias múltiples y sus estilos de aprendizaje pues nos ayudan mucho a conectar.
Por último, ¿qué otras emociones recomiendas trabajar con libros para niños? ¿Y hasta qué edad es recomendable esta práctica?
Todas las emociones, todos los valores, todas las situaciones, como una separación, un viaje de verano, la llegada de un hermano, etc. Los cuentos son una herramienta increíble.
¿Hasta que edad? Hasta los 100 un libro siempre es una buena opción para regalar y tocar el corazón.
Como profe han sido ya varios padres los que me han regalado literatura con algún mensaje bonito por ejemplo el cuento “Algún día” cuando iba a ser mamá por primera vez.
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